Esta nueva herramienta permitirá a la UE reaccionar ante las limitaciones económicas y, por lo tanto, defender mejor sus propios intereses y los de sus estados miembros en el escenario mundial.
La herramienta contra la aplicación está diseñada principalmente para disuadir cualquier posible coerción económica. Si tales restricciones surgen, el instrumento proporciona una estructura para lograr que el tercer país en cuestión ponga fin a las medidas coercitivas, a través del diálogo y la cooperación. Pero si el diálogo fracasa, también proporciona a la Unión una amplia gama de posibles contramedidas contra ese país. Estas contramedidas incluyen la imposición de aranceles y la imposición de restricciones al comercio de servicios y el acceso a la inversión extranjera directa o la contratación pública.
El acuerdo alcanzado hoy incluye un marco legal a través del cual la UE puede pedir al tercer país que repare el daño causado por sus limitaciones económicas. El acuerdo también cubre los mecanismos de toma de decisiones, definiendo en particular el papel del Consejo para determinar si la UE o un estado miembro es el objetivo de las restricciones económicas, así como los plazos para la acción de la UE en virtud del instrumento.
La UE seguirá cooperando con socios y aliados de ideas afines para hacer frente a las limitaciones económicas, y la herramienta anticoercitiva es un complemento importante de los esfuerzos internacionales en este ámbito.
Próximos pasos
El Parlamento Europeo y el Consejo deberán completar los procedimientos de aprobación del nuevo reglamento antes de que pueda entrar en vigor. La entrada en vigor está prevista para el otoño de este año.
Contexto
En los últimos años, la UE y sus estados miembros se han convertido en el objetivo de una presión económica deliberada. La Comisión Europea propuso la herramienta anticoercitiva en 2021, como parte de su nueva estrategia comercial, como una nueva herramienta específica para abordar la coerción económica, definida como una situación en la que un tercer país intenta ejercer presión sobre la UE o un estado miembro para obligarlos a tomar ciertas decisiones aplicando o amenazando con aplicar medidas en su contra que afecten el comercio o la inversión. La herramienta puede ser desencadenada por una amplia gama de prácticas coercitivas.
Al considerar la activación del instrumento, la Comisión Europea se basará en los aportes de las partes interesadas y se alienta a las empresas a enviar información relevante.
El instrumento y cualquier medida que pueda adoptarse en virtud del mismo son coherentes con las obligaciones internacionales de la UE y se basan íntegramente en el derecho internacional. La Comisión Europea presentará próximamente la estrategia europea de seguridad económica, prevista para el 20 de junio de 2023.
información adicional
Protección contra acciones coercitivas
Preguntas y respuestas