La consejera de Cultura, Natàlia Garriga, ha hecho hoy la clausura del proceso participativo de la futura ley de derechos culturales, y ha participado en la última mesa sectorial con entidades que trabajan por la igualdad, la justicia y los derechos humanos, que ha tenido lugar en La Bonne, centro de cultura de mujeres Francesca Bonnemaison, en Barcelona.
En la sesión, la consellera Garriga ha destacado que “las entidades que trabaja por la igualdad, la justicia y los derechos humanos desde diferentes ámbitos tiene un papel imprescindible en nuestra sociedad. Sois la voz de las personas que no tienen voz, o que no tienen suficiente”. «La cultura es la mejor herramienta para garantizar la igualdad de oportunidades, la equidad y la cohesión social», ha afirmado Garriga.
Garriga ha subrayado que “desde el Govern trabajamos para elaborar la Ley de Derechos Culturales, una ley pionera en Cataluña y en nuestro entorno más inmediato. Estamos convencidos de que la cultura es uno de los 4 pilares del estado del bienestar, junto a la sanidad, la educación y los derechos sociales. Pero si bien las demás áreas disponen de una legislación específica en Cataluña, el ámbito cultural no dispone de una legislación propia que defina sus derechos y articule el sistema que debe garantizarlos”. «Cuando hablamos de Derechos Culturales no hablamos sólo de los derechos del sector cultural, sino de los derechos de toda la ciudadanía», ha remachado la consellera.
Los temas principales que han aparecido en las sesiones participativas son abordar las desigualdades socioeconómicas de acceso a la cultura, la necesidad de dar un salto en la educación cultural y artística de los más jóvenes, y luchar contra la precariedad laboral de las trabajadoras del sector cultural . También ha habido muchas propuestas para aplicar la perspectiva de diversidad funcional en el sector cultural e incentivar y promover la presencia de jóvenes y adolescentes en los espacios de creación artística y cultural.
El tema de establecer medidas que vinculen la cultura y la salud ha tenido también una gran presencia a raíz de la experiencia reciente de la pandemia y los efectos sanadores de la cultura avalados por los estudios de la OMS.Además, con la intención de que llegue a todo el mundo, y sobre todo en aquellas sesiones celebradas en lugares más alejados de los grandes núcleos urbanos, ha aparecido la reivindicación de aplicar la perspectiva territorial en el sector cultural y potenciar la singularidad de cada territorio.
Otras inquietudes que han salido a los encuentros tienen que ver con incluir una mirada interseccional en la programación cultural, es decir, trabajar para facilitar la vivencia de la cultura y fomentar el espíritu crítico, contribuyendo de esta forma a alcanzar derechos básicos; promover la co-creación y la co-programación en el sector cultural y que los colectivos que no suelen asistir a los espectáculos culturales programados participen.
También ha habido una gran incidencia en la transversalidad de la cultura y la necesidad de establecer colaboraciones estables y sostenidas entre el Departamento de Cultura y otros departamentos de la Generalidad con competencias que inciden directamente en los derechos culturales.
En las sesiones participativas también se ha hablado de establecer medidas para promover la captación de nuevo público; así como establecer acciones de conciliación familiar para poder gozar de la cultura y abordar las desigualdades de acceso por razones socioeconómicas.
En cuanto a los trabajadores y trabajadoras del sector, los temas que han salido en las reuniones tienen que ver con la necesidad de poner en valor las tareas de las personas gestoras, mediadoras y dinamizadoras culturales, y los vínculos con las comunidades y colectivos del territorio; establecer medidas para conciliar la vida laboral en el sector cultural con el resto de aspectos de la vida de las personas; establecer perfiles de técnicos culturales en los centros educativos; ofrecer más espacios formativos para profesionales de la cultura; revisar la regulación laboral del sector cultural, así como crear mecanismos de control de condiciones laborales. El tema de una fiscalidad justa también aparece en forma de reivindicación en varias sesiones, y fomentar la contratación de personal dedicado al sector cultural para promover los vínculos de las comunidades con el sector y la participación ciudadana.
220 entidades de todo el país
Durante tres meses, el Departamento de Cultura ha organizado tres sesiones online abiertas a todo el mundo y 10sesiones más presenciales que se han llevado a caboen Barcelona, Granollers, Tortosa, Manresa, Tremp, Lérida, Tarragona, Gerona, Vilafranca del Penedès y Terrassa. Las sesiones participativas han contado con distintos perfiles de agentes culturales; directivos de entidades culturales, y de empresas del sector, artistas, representantes y técnicas de la Administración Local, activistas sociales y representante de asociaciones de migrantes o personas con discapacidades, etc.
En paralelo también se han realizadoochosesiones técnicas sectoriales, contando la de hoy, con unos ochenta representantes de los colectivos de artistas, creadores o técnicos, representantes de asociaciones empresariales, de los equipamientos, del mundo de la academia, la cultura popular y la comunitaria o el tercer sector social. Esta diversidad ha permitido recoger aportaciones desde perspectivas muy diferentes y sobre todos los ámbitos que se pretenden abordar en la ley: las problemáticas de los profesionales, del sector asociativo, de las personas con discapacidad, las barreras para acceder a la cultura, los problemas de inequidad económica, social o de género, la sostenibilidad y muchos otros. En total, hy han participado alrededor de 220 entidades de todos los ámbitos vinculados a la cultura de todo el país.
Con todos los datos y propuestas recogidos en las sesiones, el Departamento de Cultura, con el apoyo de un equipo de la Universidad de Barcelona, realizará ahora un análisis técnico para incluir todas estas miradas y sensibilidades en el redactado de la futura ley, que pretende ordenar adecuadamente el sistema cultural de Cataluña ygarantizar la libre participación, la creación y el acceso de toda la ciudadanía a la vida cultural, a los bienes, productos y prácticas culturales, con especial atención a aquellas personas y colectivos que actualmente no pueden acceder a ellos en igualdad de condiciones, así como garantizar el derecho de todos a participar en la gobernanza de la cultura.
Las propuestas recogidas a lo largo de este proceso participativo se han distribuido en 5 blogs:
El establecimiento de un marco que garantice el acceso universal a la cultura, así como la libertad de creación y participación en la vida cultural de la comunidad. Además se pretende facilitar el acceso a los bienes, productos y prácticas culturales. La norma tendrá una especial atención para derribar las barreras con las que se encuentran las personas y colectivos que actualmente no pueden disfrutar de los beneficios de la cultura en igualdad de condiciones.Reforzar la protección y garantizar los derechos de las personas que trabajan en el sector cultural en Cataluña, para luchar contra la precariedad en el sector.Ordenar el sistema cultural de Cataluña para ponerlo al servicio de estos derechos y para garantizar el derecho a participar en la gobernanza de la cultura.Garantizar lo correcto financiación del sistema cultural.Establecer las medidas necesarias para contar con sistemas de información abiertos que ayuden a la difusión de la práctica cultural y que sirvan como elementos de transparencia y rendición de cuentas del sector.Superado este período de participación, y recogidas y analizadas todas las propuestas, se procederá a la redacción del primer borrador del anteproyecto de ley, que se consensuará con todos los departamentos del Gobierno implicados. Se prevé que el Consejo Ejecutivo apruebe el Proyecto de ley en torno al verano y que, posteriormente, el texto inicie su trámite parlamentario.
Fuente de la información: Garriga: «No hablamos sólo de los derechos del sector cultural, sino de los derechos de toda la ciudadanía»